Analizan experiencias en Cuba para uso eficiente de energía eólica

La Habana, 29 abr.- El costo monetario de la instalación de ocho nuevos parques eólicos para 2020 en Cuba podría recuperarse en un periodo menor a 10 años, gracias a un ahorro anual de más de 216 mil toneladas de combustible. De acuerdo con Aleisy Valdés, director de Generación de Emergencia y Fuentes de Energías Renovables, el emplazamiento de estos parques, con una potencia total de 280 megaWatts, debe ser fruto del estudio de los resultados operacionales de los cuatro que ya funcionan en el país.

En declaraciones al diario Juventud Rebelde el funcionario precisó que Cuba, atendiendo a sus limitaciones financieras, debe ser fiel al análisis de costo- beneficio y prever milimétricamente cada acción inversionista en ese sector.

Una revisión del uso de la potencia de los vientos en el país mostró que las principales oportunidades están en la región norte, desde Villa Clara hasta Guantánamo.

A partir del diseño del Mapa de potencial de parques eólicos en Cuba, se evaluó desplegar hasta 2020 ocho nuevos emplazamientos: seis de 30 megaWatts y dos de 50, en las provincias de Holguín, Las Tunas, Camagüey, Ciego de Ávila y Villa Clara.

Ante esa proyección, Valdés manifestó que las cuatro instalaciones precedentes, como proceso experimental, evidenciaron insuficiencias que lastran su rendimiento energético, disponibilidad técnica y fiabilidad operacional, lo que encarece su mantenimiento y operación.

Las cuatro instalaciones de ese tipo, ubicadas en las provincias de Ciego de Ávila y Holguín, y en el Municipio Especial Isla de la Juventud, solo tienen en la actualidad una potencia de 11,70 megaWatts.

El proceso de asimilación de esa tecnología en el país comenzó en 1999, con el montaje de un parque demostrativo en Ciego de Ávila (centro de la isla), y en 2005 se inició un programa con el propósito de colocar otros de su tipo.

En 2007 se inauguró el parque experimental Los Canarreos, en la Isla de la Juventud, el cual tiene una capacidad de 1,65 megaWatts, mientras que en Gibara (costa norte de la oriental provincia de Holguín), se emplazaron otros dos, en 2008 y 2010, con una potencia de 5,1 y 4,5 megaWatts, respectivamente.

Ante las deficiencias se deben tomar acciones correctivas para la próxima etapa, como realizar una sólida preparación técnica y comercial, que incluya elaborar instrucciones que establezcan los requerimientos de los equipos y las condiciones de verificación de su calidad, consideró Valdés.

Para el éxito de estas propuestas, precisó, hay que lograr mayor integración con la producción nacional, con la identificación de los componentes que puedan elaborarse aquí, y contar con la transportación idónea y con los medios de izaje.

La utilización de la energía eólica como fuente de energía renovable en la producción de electricidad constituye una de las tareas desplegadas en Cuba como parte de la Revolución Energética iniciada en 2004.

Para Valdés, la apuesta por esa alternativa repercutiría en el orden económico (el costo de producción de un kiloWatt eólico es de tres centavos, mientras el de la generación convencional es de 27), y evitaría además la emisión anual de 184 mil toneladas de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. (PL)