Día de la Tierra: ¡Cuidamos la Tierra o perecemos!

Día de la Tierra: ¡Cuidamos la Tierra o perecemos! Dicen los investigadores que cuando se ve desde el espacio, la Tierra es una maravillosa bola azul y blanca. Es el tercer planeta desde el Sol, el único – hasta el presente no se ha podido demostrar lo contrario -, que tiene vida y agua líquida en su superficie, cuyo 71% está cubierta del preciado líquido, esencial para la vida.

La Tierra se formó al mismo tiempo que el Sol y el resto del Sistema Solar, hace 4.570 millones de años y cuenta con un área física de 510 millones de kilómetros cuadrados.

Hace exactamente 42 años organizaciones internacionales defensoras del medio ambiente, acordaron cada 22 de abril se celebrara globalmente el Día de la tierra, para multiplicar las acciones por su protección y detener la desmedida contaminación del entorno.

Fue precisamente el estadounidense Gaylord Nelson, senador y activista ambiental, el impulsor de esta idea, curiosamente su país es el único que no firmó el Protocolo de Kyoto y sí los E.U contribuyen muchísimo al envenenamiento de la atmosfera, con su desmedido desarrollo y la despiadada carrera guerrerista y armamentista, en otros países del mundo, sobre lo cual sobran los ejemplos.

Vale destacar que el Día de la Tierra es una celebración que pertenece a la gente; no está regulada por ninguna entidad ni organismo, y no tiene ningún tipo de relación con la política, la religión, con alguna nación en especial, ni ningún tipo de ideología, más que amar el planeta tierra.

Por esa razón la organización no gubernamental venezolana VITALIS, cuya misión es la promoción de conocimientos, valores y conductas cónsonas con la conservación ambiental y el desarrollo sustentable, llama a adoptar principios de actuación ambiental responsable, con miras a detener el incontrolado deterioro de nuestros recursos naturales y el ambiente, lo cual afecta a los seres humanos de forma irreversible.

Partiendo del principio de que "La Tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos" y es por ello que por fecha se realizan en todo el planeta, diversas actividades para afianzar el peligro del mundo en que vivimos y la necesidad de protegerlo, respetando y cuidando todos recursos que nos facilita la madre naturaleza.

Desde nuestro punto de vista, los problemas globales precisan de una real voluntad política para enfrentarlos y de soluciones locales para evitar los nocivos efectos del cambio climático, la diversidad cultural y promoviendo cambios individuales y colectivos que conduzcan a reducir y frenar nuestro impacto negativo sobre el planeta.

En la Conferencia de Naciones Unidas, celebrada en 1992 en Río de Janeiro, el líder de la Revolución cubana, Comandante en Jefe, Fidel Castro advertía sobre la posible desaparición de la especie humana y la urgente necesidad de eliminar los elementos contaminantes del mundo que habitamos más de 7 mil millones de personas.

Más recientemente y bajo el titulo Los caminos que conducen al desastre, el pasado 21 de marzo el propio Fidel sentenciaba: “Esta Reflexión podrá escribirse hoy, mañana o cualquier otro día sin riesgo de equivocarse. Nuestra especie se enfrenta a problemas nuevos. Cuando expresé hace 20 años en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio y Desarrollo, en Río de Janeiro, que una especie estaba en peligro de extinción, tenía menos razones que hoy para advertir sobre un peligro que veía tal vez a la distancia de 100 años”.

Y finalizaba así su reflexión el máximo líder de la Revolución Cubana “Si no aprendemos a comprender, no aprenderemos jamás a sobrevivir. Por mi parte, no albergo la menor duda de que Estados Unidos está a punto de cometer y conducir el mundo al mayor error de su historia”, Las crisis alimentaria, financiera y climática que enfrentamos, están provocadas por muchas causas, entre ellas el modelo neoliberal que, en el contexto de la alimentación y la agricultura, es liderado por las transnacionales, y altamente dependiente de insumos químicos y soluciones tecnológicas.

Europa, por ejemplo, depende más de la tierra de otros continentes para la producción de alimentos que cualquier región del mundo y utilizan 640 millones de hectáreas de tierra cada año, equivalente a 1,5 veces nuestra superficie, con un consumo per cápita de 1,3, mientras que países como China e India usan solo 0,4 hectáreas

Si a ello sumamos que el modelo de los países desarrollados se basa en políticas comerciales injustas, tecnologías controladas por las tras y multinacionales, apropiación de los territorios, marginar a las mujeres, los pobres, los pueblos indígenas y los campesinos, es fácil de entender l que irremediablemente así nos conducirán al desastre y a la desaparición de la especie humana.

Ojalá se tome conciencia del asunto y se adopten las medidas civilizadas para evitar las guerras, la contaminación del medio ambiente y se garantice una vida más segura en el planeta. En estos empeños los cubanos aportamos la parte que nos corresponde, consientes de que debemos mejorar nuestra cuota y también nuestro entorno.

(Por:José Cabrera Peinado/Radio Rebelde)