Mujer, coraza para resistir

Mujer, coraza para resistirHoy nace un nuevo día, aparentemente igual pero en realidad diferente, porque hoy es 8 de Marzo, fecha dedicada a las féminas de todo el mundo, y porque los varones nacidos en esta Isla, celebramos el merecido homenaje a la grandeza de la mujer cubana.

El sol, aun cuando las nubes le disputen sus luminosos rayos, brilla limpio y sereno en cada rostro de mujer. Porque decir mujer es decir vida, es decir esa maravilla que hace de la existencia humana la culminación de la obra universal de la madre naturaleza.

Porque como cada año, las féminas cubanas enfrentan duras batallas, y ellas siempre saben poner todo el empeño y la dedicación para salir adelante en cualquier reto que la vida les impone. Aun cuando los desafíos vengan mezclados con dolor, sufrimientos, nostalgias o carencias, la mujer se hace presente sin flaquear en cada jornada.

Y pudiéramos preguntarnos: ¿De qué materia está hecha la mujer cubana?

“…Esta mujer cubana, tan bella, tan heroica, tan abnegada, flor para amar, estrella para mirar, coraza para resistir”. En esa sabia expresión de nuestro apóstol José Martí está la respuesta.

Porque ese noble rostro, de mirada limpia, con sonrisa de madre, que aconseja, que cura, que guía, que educa, que ama; esa es la imagen de nuestras mujeres.

Y mucho ha de seguir adelante la sociedad para que ellas ocupen el pedestal que les pertenece, ganados en el fragor del combate, entre los surcos de cultivos, en las fábricas, en misiones médicas y educativas, en cualquier acción de su existencia.

Desde la mítica Eva, siempre la figura femenina ha sido centro de atención en la vida de los hombres, ¡Cuánto dolor sufrido por ellas, que solo han dado amor y regocijo, vida y bondades! ¡Cuánta gloria, cuántos nombres insertados en el libro de la historia humana y de la patria! Juana de Arco, Clara Zetkin, Ethel Rosenberg, Mariana Grajales, Haydée Santamaría, Vilma Espín, y tantas otras destacadas mujeres merecedoras de ser guardadas en la memoria de los pueblos.

Y esa sencilla obrera, o esa campesina, o ama de casa, todas esas mujeres que pasan por la vida inadvertidamente, deben ser reconocidas, recordadas, esa masa heterogénea que ama y da vida, que educa, que inspira, que impulsa a crear, a fundar, a revolucionar la vida y el presente, esas mujeres son la fuerza del pasado, del presente y del futuro.

Así lo sentenció el Apóstol: “De todas las penas de este mundo cura, y de todas las heridas del bien obrar la estimación de los hombres verdaderamente buenos; pero con ella misma es incompleta la victoria cuando no se mueve el corazón de la mujer. Él es la medicina; él es el milagro; él es el triunfo”.

¿Cuántas batallas cotidianas libradas en el hogar, en la escuela, en la vida conyugal?

¡Cuánto empeño por salir adelante, sin más armas que ese sentimiento tierno y maternal de proteger la familia, y defender la sociedad!

Hoy, Día Internacional de la Mujer,  nuestras mujeres sureñas caminan firmes y optimistas por los senderos de esperanza y amor, construyendo una sociedad más justa, por un futuro mejor.

¡Gracias por iluminar, como aroma y escudo, cada instante de nuestras vidas…!

(Por: Hugo Betancourt Mayoral/ Radio Santa Cruz)