A 42 años de una proeza

A 42 años de una proezaComo el ave fénix que retoma el vuelo en una apoteosis de resurrección, así despegó el deporte cubano en la oncena edición de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, celebrados en Panamá, e inaugurados el 28 de febrero de 1970, hace ya 42 años. En aquella ocasión brillaría en lo más alto del medallero regional la isla caribeña, alcanzando una colosal cifra de 210 medallas, primer país de la región en sobrepasar la cifra de las dos centurias.

Sería ésta, la oportunidad de demostrar el ascenso del deporte cubano hacia planos estelares, dando una lección de dedicación y esfuerzo de los deportistas cubanos que fusionados entre los ya veteranos atletas de las ediciones anteriores y los noveles que buscaban insertarse en la élite regional, lograrían una memorable actuación de Cuba, por delante de México y Colombia, los cuales cerraron sus actuaciones con 124 y 37, respectivamente.

Atletas como Miguelina Cobián, velocista conocida como La Gacela de Oriente, Marlene Elejalde, o Pablo Montes, brillaron en sus actuaciones, escalando el podio en más de una ocasión, poniendo en alto el nombre de Cuba en la prestigiosa justa caribeña.

Y como curiosa coincidencia, fue en el Estadio "Revolución" de Ciudad de Panamá, donde se escucharon constantemente las notas del himno nacional cubano, colofón de la ola arrolladora de una nueva era del deporte revolucionario en ascenso, con cada vez mayor protagonismo en las justas locales del Caribe, que desde ese momento se mantendría hasta nuestros días en la cúspide internacional de los eventos deportivos regionales.

Los Oncenos Juegos Centroamericanos y del Caribe, celebrados en Ciudad Panamá en 1970, marcaron un hito en la actuación del deporte nacional en el Caribe, dando una demostración de la capacidad de avance de las distintas disciplinas en competencias, y del amplio dominio de los atletas del patio.

Hoy a 42 años de aquellos memorables hechos, a pesar de las nuevas condiciones sociopolíticas en las que se mueve el mundo y aún cuando la nación cubana ha tenido que enfrentar innumerables dificultades para conservar el desarrollo y el nivel atlético, el deporte cubano se mantiene arriba, gracias al esfuerzo del Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación (INDER), del gobierno revolucionario, de los entrenadores y técnicos, y sobre todo del talento y la dedicación de los deportistas cubanos que inspirados en las figuras que brillaron antaño en representación de la Patria, expresan sus compromisos y convicciones para con su pueblo, y dan así glorias al deporte revolucionario. (Hugo Betancourt Mayoral/ Radio Santa Cruz)