CELAC: Nuestra América en cuadro apretado
Nuevamente la América va en pos de otros horizontes, vientos benignos soplan por todo el continente, y el hombre americano avanza con paso firme, se agiganta y enrumba sus naves hacia un amanecer diferente para la región.
Un cónclave unificador se ha producido, las naciones latinoamericanas y caribeñas han puesto su voluntad política, económica y social integradora, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe se formó, dando así un paso adelante en la lucha por la unidad, por la solidaridad, por juntar la Patria Grande, “La América Nuestra”, al decir del Apóstol José Martí.
Porque el mundo vive momentos dramáticos, convulsos, de luchas y reivindicaciones sociales, a la par que nuevos gobernantes se unen a los reclamos de sus pueblos, y van allanando el camino hacia una América más libre, hacia una integración verdadera, de cooperación y desarrollo sostenible, donde la constitución de la CELAC es la demostración de que cuando las naciones se fusionan en un bloque monolítico, para dar cumplimiento a un deseo surgido como contraparte a proyectos neoliberales como el ALCA -agrupación injerencista pseudo liberal- que penetra y monopoliza las economías, la cultura, tradiciones y la independencia de los pueblos del continente.
Mucho camino han recorrido las naciones americanas para llegar a este logro emancipador, con la coalición de más de 30 países independientes, dando riendas a sus destinos, sin la anuencia del vecino poderoso del norte, sin la Organización de Estados Americanos (OEA), sin otro tratado ni voluntad que la vertida entre los gobiernos de los países pobres sufridos, pero que pusieron proa juntos hacia un futuro de mayorías.
Porque hoy, como expresara el Apóstol José Martí: Es América la taza enorme, hervidero nuevo de las fuerzas del mundo, que llevan a las espaldas unos cuantos héroes y unos cuantos apóstoles, comidos, como de jauría, de todos los egoístas cuyo reposo turba la marcha de la santa legión: la pelea eterna del vientre contra el ala”; donde un diferente contexto histórico se palpa, nuevos gobernantes, nuevas voluntades, y líderes como Fidel, Chávez, Evo, Correa, Cristina Fernández, Dilma Rousseff, entre otros, van abriendo las puertas del tercer milenio con un nuevo concepto político, pacificador, de cooperación, de intercambio, de solidaridad y respeto entre los pueblos hermanos de América.
Y de esta forma nueva, que rompe con los esquemas de servilismos y dependencia económica, hoy los pueblos de Latinoamérica, que recién integraron la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, van a la conquista de un futuro mejor para sus habitantes, para el indio, para el negro, para el blanco y el mestizo, para todos. Los pueblos de la CELAC marchan juntos “…en cuadro apretado como la plata en las raíces de Los Andes”. (Hugo Betancourt Mayoral/ Radio Santa Cruz)