Zapatero atribuye a crisis económica debacle electoral del PSOE

Madrid, 26 nov. – El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), José Luis Rodríguez Zapatero, reconoció hoy el descalabro de su organización en las elecciones generales del pasado domingo, aunque volvió a defender su gestión ante la crisis.

No es una excusa, pero la principal explicación a los resultados adversos reside en la crisis, afirmó el presidente saliente del gobierno español, en alusión a la derrota del PSOE, en los comicios frente al conservador Partido Popular (PP).

En una intervención ante el Comité Federal de los socialistas, máximo órgano entre congresos, Rodríguez Zapatero insistió en considerar la actual situación económica de España y de Europa como "la peor que hemos conocido las generaciones vivas".

Sobre los resultados del PSOE en las recientes elecciones, en las que perdió 4,3 millones de votos respecto a las de 2008 -su peor resultado en la historia de la democracia-, el dirigente admitió que fueron malos.

A su juicio, al margen de los errores de gestión y de comunicación cometidos por su ejecutivo, "no es difícil entender que en el ánimo de muchos ciudadanos el deseo de cambiar la realidad haya ido por la vía de cambiar el gobierno".

Respecto a los impopulares recortes sociales aplicados por su administración a partir de 2010 bajo presión de la Unión Europea, aseveró que esas medidas se tomaron para evitar un rescate financiero como ocurrió con otros países.

Con esa premisa, según su criterio, actuó el Gobierno para impedir lo acontecido en Grecia y otras naciones del entorno, que perdieron su autonomía financiera y fueron empujadas a asumir una situación de claro empobrecimiento interno.

Rodríguez Zapatero abogó por un debate robusto en el próximo congreso de su partido, fijado para febrero de 2012, y por la libre elección de un nuevo liderazgo, como paso indispensable para volver a recuperar la confianza de los ciudadanos.

Agradeció al candidato socialista en los pasados comicios, Alfredo Pérez Rubalcaba, su gran esfuerzo para revertir, en circunstancias poco propicias, los pésimos resultados que auguraban todas las encuestas al PSOE.

A su turno, Pérez Rubalcaba se pronunció por hacer autocrítica sobre cómo se gestionó la crisis, un asunto que, advirtió, ha de ser revisado en esta nueva etapa que comienza para los socialistas.

Explicó, sin embargo, que si en esta justa el PP no fue capaz de superar los 11 millones de votos, nunca lo logrará.

Subrayó que los populares ganaron claramente, pero sólo sumaron medio millón de sufragios a los conseguidos tres años atrás.

En su opinión, eso implica que no hubo una derechización de la sociedad española, sino una dispersión del voto socialista.(PL)