Lo irrepetible de la gran fiesta de la literatura en Cuba

Lo irrepetible de la gran fiesta de la literatura en CubaCada año cubanos y cubanas, sin distinción, esperan el acontecimiento cultural, más popular tal vez, con avidez por encontrar novedades, conocer protagonistas y llevar para la casa el sagrado tesoro de un libro.
 
Por eso la Feria Internacional del Libro constituye fiesta del conocimiento y abre nuevos espacios para el desarrollo de una cultura integral en el individuo, suceso único de un sistema social justo, en el cual el acceso al resultado de escritores, poetas y ensayistas está al alcance de todos.
 
En Matanzas, ciudad pionera en la Isla en este evento de prestigio internacional, cada Feria es oportunidad para ofrecer nuevas propuestas editoriales, que luego resultan obligadas referencias en el numeroso público que acude a descubrirlas.
 
Para esta oportunidad la editorial Vigía, única por su característica de manufacturar e iluminar a mano sus textos, prevé el título “Alicia en el país de la danza” un ensayo de Fina García Marruz sobre la Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso, directora general del Ballet Nacional de Cuba.
 
A García Marruz está dedicada la XVIII fiesta literaria cubana en este año 2009 junto a Jorge Ibarra, y Vigía acostumbrada, en sus más de 20 años de creada, a tributar homenajes a figuras del mundo de las letras, como bien sabe hacerlo, trayendo a la luz de su Quinqué obras de elevadísima calidad.
 
Este libro diseñado por el maestro Rolando Estévez integra la colección Venablos de la casa editorial matancera y reafirma lo dicho por la poeta Laura Ruiz, editora de Vigía:
 
“…la danza ya se sabe es el verbo que no puede escribirse. La palabra es la danza que se manifiesta con otra música; pero en ambas latiendo está la figura poética que penetra y se convierte al decir de Lezama Lima en un largo soplo que pasa…”
 
Alicia en el país de la danza, de delicado diseño, elaborado, como todos los títulos nacidos del catálogo de Vigía, de manera artesanal, fue un desafío para Estévez, quien logra lo exclusivo y desde la ensayista atrapa el espíritu de la bailarina.
 
Para muchos matanceros que cada año salen a buscar nuevos tesoros para llevarlos a la cabecera y revelarlos bajo la tenue luz de una lámpara, esta propuesta de Vigía, como seguramente muchas otras de acreditadas editoriales en el país, establece lo irrepetible de la gran fiesta de la literatura en Cuba. (AIN).