Rumbo a Guadalajara-2011: Erick López: el vikingo de la gimnasia

Mejor gimnasta cubano de la historia, Erick López hizo honor a su nombre y dejó su marca indeleble en los Juegos Panamericanos al convertirse en un verdadero guerrero vikingo al conquistar 22 medallas, de ellas 18 de oro. López participó en cuatro ediciones de las lides continentales: La Habana-1991, Mar del Plata-1995, Winnipeg-1999 y Santo Domingo-2003 y en ellas ganó la impresionante cifra de preseas que lo ubican como el deportista más laureado en estos certámenes.

Sin cumplir los 17 años intervino en la lid de La Habana-1991 y pese a su juventud obtuvo la presea de oro como máximo acumulador, con 58.30 puntos, y en otras dos modalidades: caballo de salto (9.750) y barras paralelas (9.675), además del cetro en la competición por equipos (580.550) y la plata en las anillas (9.825).

A partir de entonces, compitió con virtuosismo y cuatro años más tarde en la ciudad-balneario marplatense, pese a una lesión, repitió la corona del all-around (56.375) y las barras paralelas (9.425) y ganó la individual del caballo con arzones (9.450), la plateada en la lid por colectivos (550.900) y el bronce en las anillas (9.500).

Ese brillante palmarés estuvo a punto de quedar interrumpido por una severa infección en un pie que puso en peligro su participación en la cita canadiense de Winnipeg-1999.

Pero su férrea voluntad y la perfección técnico-artística de que hacía gala le permitieron convertirse en Mar del Plata en el primer gimnasta en conseguir la corona de máximo acumulador en tres juegos.

En esa lid sumó 56.725 unidades en la citada modalidad y también triunfó por primera vez en las anillas (9.650), retuvo el oro de las barras paralelas (9.550), el caballo con arzones (9.700) y venció en la competición por planteles (222.375), además de concluir segundo en la barra fija (9.450).

Cuando todo apuntaba a que no llegaría a Santo Domingo debido a su edad, ya con más de 30 años, y a una mayor rivalidad por empuje de los más jóvenes, López aceptó el reto y cerró su brillante hoja panamericana con seis metales aúreos.

En la capital dominicana conquistó el all-around (56.400), salto al caballo (9.450), anillas (9.700), barras paralelas (9.650), caballo con arzones (9.750) y por equipos (221.475).

PEQUEÑO BOCETO DE UN VIRTUOSO

López nació el 29 de diciembre de 1972 en La Habana y aunque era el menor de siete hermanos en una familia de amantes del deporte, nadie en ella se había vinculado antes con la gimnasia.

Se inició en la disciplina por captaciones realizadas en su escuela primaria, y con solo seis años de edad comenzó a entrenar en la Academia de Gimnasia del municipio capitalino de Centro Habana. En 1982 ingresó en la escuela nacional de la disciplina y en 1985 debutó en certámenes internacionales.

A finales de 1987 fue incluido en la preselección nacional y en 1989 asistió a su primera gran competencia, el Campeonato Mundial de Stuttgart, Alemania, como miembro del equipo cubano.

Un año más tarde se presentó por primera vez en Juegos Centroamericanos y del Caribe en la Ciudad de México, donde obtuvo medalla de oro en caballo con arzones y terminó con la de plata en el all-around, por detrás del mexicano Telesforo Pineda.

Pero en la siguiente cita regional, la de Ponce, Puerto Rico, en 1993, el cubano consiguió el primer lugar en todas las modalidades y se proclamó rey de los juegos.

En la otra lid centrocaribeña de Maracaibo-1998 ganó ocho preseas de oro, cuatro de plata y otras tantas de bronce.

En las Universiadas de Palma de Mallorca-1999, a las que asistieron los mejores gimnastas del mundo, en preparación de los Juegos Olímpicos de Sydney-2000, el antillano ratificó su integralidad, al terminar con medalla de bronce como máximo acumulador.

López nunca pudo alcanzar una medalla olímpica, pero lo intentó en no pocas oportunidades, y en algunas -como en la cita estival de Sydney-2000-, estuvo bien cerca de lograrlo.

Su satisfactorio desempeño allí le mereció estar en la ronda final, pero los jueces no lo calificaron con justeza en su principal aparato, las anillas, y quedó en el noveno puesto, como primer suplente. En el concurso de máximo acumulador finalizó en el lugar 17.

Su principal proeza aconteció un año después en el Campeonato Mundial de Gante, Bélgica, donde alcanzó la medalla de plata en otro de sus aparatos preferidos: las barras paralelas.

Su ejecución, de un alto grado de dificultad, recibió una calificación de 9.675, que solo superó el estadounidense Sean Towsend (9.700), y lo colocó delante del estelar belarús Iván Ivankov (9.637).

Asimismo, entre los máximos acumuladores, y entre lo mejor de la gimnasia mundial, el caribeño ocupó un meritorio quinto lugar.

Lo más sonado que había tributado Cuba hasta ese momento había sido el cuarto lugar de Casimiro Suárez en caballo de salto en el Campeonato Mundial de 1981, donde, en las preliminares de barra fija, había obtenido además calificación perfecta de 10 puntos, primera y única de un latinoamericano en lides universales.

Ese mismo año Erick López triunfó en la Copa América por invitación, un certamen en el cual tomaron parte solo gimnastas de la elite, y en 2002 consiguió la medalla de oro en el Torneo Panamericano de la disciplina, en Cancún, México; en ambos casos como máximo acumulador. En 2003 repitió el quinto lugar en el all-around del Campeonato Mundial en la ciudad californiana de Anaheim y participó en la justa panamericana de Santo Domingo, donde quebró el récord del gimnasta estadounidense Abraham Grossfeld, ganador de 21 preseas (14 de oro, dos de plata y cinco de bronce).

El cubano puso fin a su carrera deportiva luego de participar en los Juegos Olímpicos de Atenas-2004, en los que terminó en el lugar 20 en el concurso de máximos acumuladores por una lamentable caída en los arzones (8.600), su último ejercicio en la rotación. (PL)