Cuba en Caracas 83: con el espíritu del Moncada

Cuba hizo realidad el lema de "A Caracas con el espíritu del Moncada", en la IX edición de los Juegos Panamericanos de esa ciudad venezolana, al ratificarse en el segundo lugar por países, esta vez con 80 títulos, 16 más que en San Juan 1979.
  
Los cubanos no solo superaron el medallero dorado; también crecieron en las preseas de plata y bronce, con 49 y 45 por 47 y 34 en la cita boricua, respectivamente.
  
La mayor isla caribeña demostró el ascenso indetenible de su movimiento deportivo en medio del escándalo de los estimulantes, con 20 atletas de nueve naciones en la nefasta lista, y el regreso previo a su país de varias de las principales figuras estadounidenses ante los rigurosos controles antidoping.
  
El velocista caribeño Leandro Peñalver fue reconocido como magnifico campeón del hectómetro, ya que corrió los 100 metros planos en 10,06 segundos, récord panamericano y la décima mejor marca de todos los tiempos en el mundo en esos momentos.
  
En los 200 metros también sobresalió, al clasificar segundo (20,53) detrás del estadounidense Elliot Quow (20,42).   
  
Otros meritorios triunfos fueron el del discóbolo Luis Mariano Delís, quien ganó los títulos en el disco (67,32-récord) y en la bala (18,24), y el del saltador de altura Juan F. Centelles (2,29-récord).
  
Estados Unidos lideró la tabla final del campo y pista, con 14-14-11, seguido por Cuba (12-10-11) y Canadá (4-3-4).
  
Los puños cubanos también tuvieron importante aporte, con ocho títulos, válidos para reconquistar el primer lugar perdido en San Juan cuatro años atrás.
  
Los titulares fueron Pedro Orlando Reyes, en los 51 kilos, Adolfo Horta (57), Candelario Duvergel (63,5), Orestes Solano (71), Bernardo Comas (75), Pablo Romero (81), Aurelio Toyo (91) y Jorge Luis González (+91), mientras que José Aguiar (67) y Angel Herrera (60) merecieron las preseas de plata.
  
Para muchos el gimnasta Casimiro Suárez resultó la gran figura de los Juegos, ya que consiguió seis medallas, repitiendo el desempeño de 1979 como máximo acumulador, y ganar los mayores honores en el por equipos, anillas, salto al potro, ejercicios a manos libres y barra fija.
  
Orisel Martínez, vencedora en salto, fue la reina en el torneo femenino, algo nunca logrado por una cubana, sin olvidar la labor de Roberto León Richard, titular por tercer año consecutivo en las barras paralelas.
  
La más destacada de la esgrima por Cuba fue la floretista Margarita Rodríguez, quien recuperó el cetro, mientras que Guillermo D'Nelson, quien repitió el oro de San Juan, sobresalió en el judo.
  
Meritorio resultó el desempeño de Abel Ramírez, quien alcanzó la medalla de plata en clavados, superado por el astro estadounidense Greg Louganis.
  
Los pesistas y luchadores también contribuyeron de manera destacada al medallero final, con 19-5-0 y 16-5-8,
respectivamente.
  
Las voleibolistas y peloteros mantuvieron su hegemonía por cuarto año consecutivo, mientras que en el voleibol masculino, el baloncesto (f y m) y el polo acuático ocuparon los segundos lugares.
  
Sin dudas, otra histórica actuación del deporte revolucionario cubano. (Por Carlos González Rego, AIN)