Unidad: Alternativa para enfrentar la crisis económica

Unidad: Alternativa para enfrentar la crisis económicaLos más influyentes medios de prensa y las propias autoridades oficiales de los grandes centros imperialistas hacen todo por minimizar el tremendo peso de la actual crisis económica que les envuelve. Y no se trata del enunciado irresponsable ni signado por dogmas ideológicos. Es sencillamente la más absoluta realidad, digan lo que digan, por ejemplo, que Estados Unidos haya perdido la calificación internacional relativa a la capacidad de enfrentar sus elevados adeudos, de más de 14 billones de dólares.

O Grecia, Italia y España deban aplicar severas medidas de ajuste financiero por igual causa, y Francia haya transitado por el borde del precipicio en similar sentido, indican que algo anda muy mal en la economía capitalista a escala global.

Según datos recientes, el desempleo afecta a más de nueve por ciento de la fuerza laboral en los Estados Unidos, y se multiplica en casi dos veces en las naciones del Viejo Continente más afectadas por la crisis.

Mientras, todos los días llegan informes de la elevada desconfianza entre los consumidores norteamericanos; de bajas tronantes en Wall Street; de caídas de los niveles de producción, en fin, larga lista de traspiés que hace pensar en el riesgo de la dura recesión en la hasta ahora primera economía mundial.

De ahí que en varias partes del mundo, y en especial en América Latina, al calor de las nuevas corrientes políticas progresistas asumidas por los gobiernos en no pocas naciones del área, se convierta en tema prioritario la reducción de la dependencia económica con respecto al poderoso e impositivo vecino del Norte.

Así, con la participación clave de Cuba, que durante decenios ha defendido la integración y cooperación económicas justas y solidarias, como la que hoy se gesta en el seno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), las naciones del sur del hemisferio estudian y ponen en efecto planes cuyo propósito es evitar que los coletazos de la economía de mercado en franco naufragio afecte con toda su déspota severidad a la región.

Si América Latina fue años atrás el laboratorio para las más extremas prácticas neoliberales del imperio, status denunciado más de una vez por La Habana, ahora con gobiernos de corte popular en muchas de sus capitales, no admitirá nuevas arbitrariedades derivadas de las amarras que ya le han robado largos decenios de desarrollo independiente.

Y en ese contexto, por ejemplo, reuniones como la celebrada recientemente en Buenos Aires por la Unión de Naciones de Sudamérica (UNASUR), destinada precisamente a evitar las más violentas repercusiones de la crisis capitalista global en esa parte del mundo, muestran el espíritu de cambio y búsqueda de nuevas rutas que anima a nuestra región.

Sin dudas, el nacimiento del ALBA en La Habana a instancias de Cuba y Venezuela en 2004, con sus sólidos y equitativos principios integradores, sus planes sociales, y su interés en establecer mecanismos como la banca propia y la moneda única, el Sucre, como seguro medio de intercambio regional, han sido y son importantes contribuciones a ese deseo de no vernos nunca más expuestos como zona geográfica a los locos vaivenes de las grandes economías ajenas y expoliadoras.

Es que la América Latina unida, lo ha dicho y lo siente Cuba de forma histórica, está destinada a ser de los grandes referentes globales de progreso y dignidad, y no mero carro atado por siempre a la trastienda imperialista. (Rolando Canaura Sánchez / Radio Santa Cruz)