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Se necesitarían dos planetas Tierra para 2050

Se necesitarán dos planetas Tierra para 2050Aunque con escasa presencia de jefes de estado y de gobierno, la Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Humano en 1972,  sentó las bases para el establecimiento del cinco de junio de cada año como Día Mundial del Medio Ambiente y también fijó el inicio del movimiento ambientalista internacional. Desde entonces, y con celeridad inusual para los procesos mundiales, comenzó la creciente intervención de países desarrollados o no en la toma de decisiones en relación con el entorno, cuya situación ya de por si era alarmante.

La declaración final del encuentro es considerada la primera compilación de principios sobre el derecho ambiental, en particular, por sus referencias a la planificación y ordenamiento de asentamientos humanos, agentes contaminantes, asistencia financiera y otros temas afines.

El documento ejerció influencia sobre la opinión pública, al aumentar la comprensión de la fragilidad de los ecosistemas, contribuyó al desarrollo de la educación en ese sentido, constituyó el punto de partida de numerosas legislaciones nacionales y promovió la creación de ministerios, secretarías y comisiones.

Sin embargo, no alcanzó el relieve que 20 años después caracterizo a la Agenda 21, aprobada en la Conferencia de la ONU sobre Medio Ambiente y Desarrollo, en la Ciudad de Río de Janeiro.

Entonces y en un mensaje a los presentes, el presidente cubano Fidel Castro alertó al mundo de manera irrebatible:

“Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre”.

A la sazón, ya era evidente la pérdida sistemática de la diversidad biológica, la disminución de la superficie boscosa, el aumento de las emisiones de efecto invernadero -responsables del calentamiento global-, el crecimiento de la contaminación de las aguas terrestres y la falta de esta para millones de personas. 

Con el paso del tiempo, la actividad humana global es cada vez más insostenible por efectos de la grave crisis financiera, energética, alimentaria, social y ambiental ante la expansión del actual modelo de crecimiento muy lesivo al ambiente, basado en el consumo irracional de las sociedades del llamado Primer Mundo.

Entretanto, los habitantes del Tercer Mundo pagan las consecuencias de las aberraciones capitalistas, incluidas las presuntas guerras contra el terrorismo o preventivas.

Solo este dato marca la elocuencia de las desgracias actuales que provocan las políticas neoliberales: en 2008 el consumo humano de los recursos de la tierra sobrepasó en 30 por ciento la capacidad de regenerarlos. Y prosigue su aumento desmedido.

Por ese camino, se necesitarían dos planetas Tierra para 2050. (Por Lino Luben Pérez, AIN)