Sobre la democracia electoral verdadera

Sobre la democracia electoral verdaderaLa democracia, ese precepto tan llevado y traído, negado, escamoteado, desarticulado, ignorado y no menos pisoteado en muchas partes del orbe, en Cuba está bien asegurado.

El 24 de febrero comenzaron las asambleas de nominaciones de los candidatos a delegados del Poder Popular en las 253 circunscripciones creadas en Santa Cruz del Sur, práctica que garantiza el verdadero basamento democrático de los sufragios en Cuba.

Todas las circunscripciones electorales cuentan con más de un área, que se hallan diseminadas de manera tal que se garantice la participación de hasta el último ciudadano.

Estas quedan establecidas por cada 199 habitantes, cifra tope, y en ellas el pueblo propuso y nominó a los mejores vecinos, a los más idóneos como candidatos a delegados de las Asambleas Municipales del Poder Popular.

Con vistas a garantizar este derecho constitucional de cada cubano, se establecieron también circunscripciones especiales, distribuidas en unidades de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio del Interior, así como en aquellos lugares donde existen contingentes de constructores y estudiantes becados.    

Hasta el 24 de marzo transcurrieron las asambleas de nominación,  y para esa fecha quedaron seleccionados los hombres y mujeres que, en número no menor de dos por cada  área y hasta un límite de ocho, irán a los sufragios el 25 de abril, cuando por el voto directo y secreto se elijan a los delegados en primera vuelta.

Al decir de las autoridades electorales cubanas, estos sufragios son para reconocer en los barrios las virtudes, méritos y capacidad de miles de compatriotas, muchos de ellos jóvenes y mujeres. 

No son el dinero, las influencias y otros incentivos afines al mundo capitalista los que en Cuba hacen merecedor a una persona de ser propuesta o nominada por sus conciudadanos. 

Basta con que sean buenos trabajadores, estudiantes, combatientes, amas de casa o vecinos, o ejemplo en el seno familiar, en sus comunidades o radio de acción, para merecer la confianza de ser electos como candidatos a delegados.

Tales atributos del proceso electoral cubano constituyen garantía del buen hacer, de la transparencia y de su más firme vocación democrática. (Rolando Canaura Sánchez / Radio Santa Cruz)