Ningún huracán podrá con los que perseveran

Ningún huracán podrá con los que perseveranA pocos días del paso devastador del huracán Paloma, la reacción inmediata del estado cubano para enfrentar la recuperación de los daños ocasionados por el meteoro, me inspiró a redactar un artículo en el que afirmaba con absoluta convicción: ¡Seguro que es para bien!

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Hoy, cuando se inauguran oficialmente las nuevas viviendas sólidas, construidas para los damnificados, el optimismo de entonces sigue embargándome por mejores razones.

Es meritorio el esfuerzo de las autoridades encaminado a priorizar la edificación de inmuebles en el sur agramontino, a pesar de la crisis mundial y el bloqueo imperialista.

Es digna de destacar la actitud de hombres y mujeres, santacruceños o no, que se han empleado a fondo durante más de un año, en las distintas brigadas y contingentes encargados de erigir los elegantes edificios para los afectados.

El apoyo solidario de toda la nación a este pueblo del más austral de los municipios de la provincia de Camagüey, jamás será olvidado. Perdurará en el recuerdo el altruismo de quienes estuvieron codo a codo dando lo mejor de sí, sin esperar otra recompensa que la propia satisfacción por el deber cumplido.

Volverán a ondear las banderas cubanas y las pancartas que adornaron el dolor de aquel momento, como símbolo de la confianza del pueblo en la Revolución y sus líderes, ahora …en medio de la alegría.

Ningún huracán, ni natural ni humano, podrá con los que se deciden a pelear por lo que quieren, pues como decía Martí: "El amor crece, crece como los pinos, crece como las palmas. Y desde lo alto de él, se ve pequeño el mundo".'

(Por: Iliana Pérez Lara/ Radio Santa Cruz)