Cuba culmina temporada ciclónica con poca afectación

Cuba culmina temporada ciclónica con poca afectación        La Habana, 2 dic. – Cuba culminó la temporada ciclónica 2010 con pocas afectaciones, solo la depresión tropical número 16, la tormenta Paula y el huracán Tomás, dejaron alguna huella en el territorio nacional.

Iniciada de manera oficial el 1 de junio, la temporada para el Atlántico norte, Mar Caribe y Golfo de México concluyó la víspera, 30 de noviembre, y se caracterizó por su gran actividad, con 12 huracanes, seis tormentas tropicales y tres depresiones, señaló el doctor José Rubiera, jefe del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología.

En un análisis preliminar, publicado en el sitio digital Cubadebate, el experto hace un recuento del periodo y explica que el huracán Alex, fue el único ciclón tropical observado en junio de 2010 y el primero que ocurre en el Atlántico desde 1955. Fue además el primero categoría dos del mes de junio desde 1966.

En julio se formaron la depresión tropical número dos y la tormenta Bonnie, lo que está acorde con el promedio de varios años, destacó.

Rubiera resaltó que el mes de agosto fue bastante movido, algo que ocurre normalmente, y se formaron cuatro tormentas tropicales y una depresión. Dos de estas tormentas, Danielle y Earl, se convirtieron en huracanes de gran intensidad.

Sin embargo, en este año, ha sido septiembre el mes de mayor complicación, seguido de octubre. En el primero se desarrollaron siete tormentas tropicales, de las cuales tres se convirtieron en huracanes de gran intensidad, Igor, Julia y Karl.

Igor resultó ser el más intenso de toda la temporada con vientos máximos sostenidos de 250 kilómetros por hora, categoría cuatro en su límite superior, es decir, casi alcanza la categoría cinco.

En el décimo mes, se contabilizaron cinco tormentas tropicales, y todas alcanzaron la fuerza de huracán.

La actividad ciclónica de la temporada del 2010 estuvo acorde con la etapa que se registra en el Atlántico desde 1995, agregó.

La gran actividad registrada estuvo fuertemente influenciada por factores de gran escala, como, el récord de temperaturas altas en aguas del Atlántico, combinado con vientos favorables procedentes de África y vientos en la vertical con muy poca diferencia (poca cizalladura en la vertical), típicos de un año con predominio de "La Niña", manifestó el especialista.

Agentes de escala más pequeña y a corto plazo fueron los que dictaron los patrones en cuanto a las trayectorias individuales de cada fenómeno, aseveró.(PL)