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Avanzan tareas para iniciar tendido del cable submarino

Avanzan tareas para iniciar tendido del cable submarinoLa Habana, 3 nov.- La inversión para el tendido del cable submarino que permitirá conectar por esa vía a Cuba y Venezuela avanza, dio a conocer Waldo Reboredo, vicepresidente de Telecomunicaciones Gran Caribe.
 
Se cumplen los cronogramas en todos los frentes de trabajo, declaró al periódico Granma el vicetitular de la empresa cubano-venezolana que operará el cable.
   
"Favorablemente concluyó el sondeo de los fondos marinos, desde la zona de Camurí, cercana al puerto de La Guaira, en el estado venezolano de Vargas, hasta la playa de Siboney, en la provincia de Santiago de Cuba. También en la bifurcación prevista entre Aguadores y Ocho Ríos, en la costa norte de Jamaica", explicó.
   
"La exploración -agregó- se llevó a cabo en el buque Ridley Thomas, dotado con novedosos sistemas para realizar complejas labores de investigación oceánica, y aunque no fue tarea fácil, permitió definir los puntos de cruce de las fallas tectónicas, el tipo de cable, su protección y el trazado por donde comenzará la instalación en enero del 2011".
   
"Este proceso -explicó- permitió delimitar dónde el cable requiere de doble protección o coraza y, como se ubicará en uno de los principales desniveles del planeta, marcado por abruptas depresiones submarinas, se usará un revestimiento especial con cuerdas de acero que confiere mayor resistencia a las presiones y corrientes oceánicas.
   
"Dicha cubierta también lo protegerá de posibles ataques de animales marinos, que atraídos por los campos electromagnéticos han provocado serias averías en otras latitudes", precisó.
   
De igual forma se terminó la fabricación de las terminales ópticas, los dispositivos de alimentación electrónica y otros equipos submarinos y periféricos a instalar en los registros de playa y las estaciones terrenas de Venezuela, Cuba y Jamaica.
   
"En la segunda quincena de noviembre armaremos y probaremos el cable con sus 14 repetidores, los cuales se ubicarán a una distancia de 80 kilómetros cada uno para que su funcionamiento esté plenamente asegurado. Este es un proceso que primero se hace en tierra y luego se confirma en el mar", dio a conocer Reboredo.
   
Informó que el 25 de enero próximo comenzará la tirada del cable desde Venezuela. "No lo hacemos antes para evitar los contratiempos que habitualmente genera la temporada ciclónica. Se prevé llegue a Cuba el 15 de febrero; una semana después saldrá desde Aguadores rumbo a Ocho Ríos, en Jamaica", puntualizó.
   
"Al concluir esa etapa -añadió- empezará la fase de puesta en marcha, para que el cable submarino entre en operaciones a inicios del segundo semestre del próximo año."
   
Granma refiere que conectar por vía submarina a Cuba y Venezuela va más allá de la colocación de dos pares de fibras ópticas que surquen las arenas de La Guaira, circunnaveguen el arco de las Antillas, calen en las costas santiagueras y se sumerjan en la Fosa de Bartlett, a más de seis mil metros de profundidad.
 
Este -precisa el rotativo- es un proyecto integrador tanto por la especialización que requiere como por los elementos políticos y estratégicos que confluyen en él: las aguas territoriales, el bloqueo y la necesidad de quebrantar la histórica dependencia de ambos países en la esfera de las telecomunicaciones.
   
La entrada en funcionamiento del cable multiplicará hasta tres mil veces las velocidades de transmisión de datos, imágenes y voz de que dispone hoy en día Cuba para su tráfico en Internet.
   
A un costo de más de 70 millones de dólares, dispondrá de mil 602 kilómetros de largo y contará con 640 gigabytes de capacidad para el enlace con el exterior.
   
Las fibras se colocarán -casi en su totalidad- en aguas internacionales, cumplirán las normas de rigor y respetarán las fronteras y jurisdicciones de las naciones de la región.
   
Actualmente, el bloqueo de Estados Unidos impide a la Isla conectarse con cerca de una docena de los enlaces internacionales que la rodean. Por ejemplo, uno de estos cables (Cancún-Miami), pasa a solo 32 kilómetros del Malecón habanero. (AIN)