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Venezuela por la reconstrucción de las relaciones con Colombia

Venezuela por la reconstrucción de las relaciones con ColombiaCaracas, 9 ago .- Venezuela considera la llegada este sábado de Juan Manuel Santos a la presidencia de Colombia una oportunidad de reconstruir las relaciones bilaterales, deterioradas por la hostilidad de la saliente administración de Álvaro Uribe.

Las expectativas responden a su voluntad de superar la actual crisis y a señales enviadas por el nuevo ocupante de la Casa de Nariño, quien en su toma de posesión reiteró el deseo de mantener un ambiente de paz y entendimiento con los países vecinos.

Apenas unas horas después del discurso del mandatario neogranadino entrante, el presidente Hugo Chávez le tendió la mano, invitándolo a intercambiar para superar el conflicto bilateral.

"Le dije al canciller Nicolás Maduro que le transmitiera una invitación al presidente Santos. Si él no estuviera en condiciones de venir a Venezuela en los próximos tres o cuatro días, yo estoy dispuesto a ir a Colombia a una reunión", apuntó la víspera en Zulia durante un acto electoral.

Chávez rompió relaciones el mes pasado con la administración Uribe, luego que esta lo acusara ante la OEA de acoger a guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y amparar el terrorismo.

Desde entonces, las tensiones fueron en escalada, manejándose incluso la posibilidad de agresiones militares de Colombia, promovidas por los tradicionales intereses injerencistas de Estados Unidos en la región. Sin embargo, la investidura de Santos ha sido vista por Caracas como el inicio del camino del reestablecimiento de unos nexos necesarios por cuestiones históricas y geográficas (los unen más de dos mil 200 kilómetros de frontera común).

Para conformar la gran patria del Sur, yo estoy dispuesto a voltear la página completa y mirar al futuro, aseguró Chávez.

A sólo horas del fin del mandato de Uribe se respiran nuevos vientos en las relaciones bilaterales, aunque muchas interrogantes quedan por contestar.

El discurso de Santos tiene sin dudas mensajes de reconciliación, pero sigue empañado por la presencia en suelo colombiano de siete bases militares norteamericanas que Venezuela ve como una amenaza a su soberanía y a la estabilidad regional.

No menos preocupante es la designación de Gabriel Silva, último ministro de Defensa de Uribe, como embajador en Washington.

Silva ha sido uno de los más agresivos contra Caracas y uno de los artífices de la campaña sobre la supuesta presencia de campamentos guerrilleros adentrados en suelo venezolano.

Algunos analistas ubican a Santos en el dilema de escuchar los intereses de quienes en su país buscan recuperar los más de seis mil millones de dólares logrados en la balanza comercial binacional o seguir sirviendo a Estados Unidos de punta de lanza en su empeño de colonizar el petróleo de Venezuela y frenar el ejemplo de su revolución.

Ante semejante escenario, Chávez advierte que el acercamiento está condicionado al respeto a la soberanía y al cese de las cruzadas para desacreditar su gestión.

"Respeto es lo único que nosotros exigimos. Respeto al pueblo venezolano, respeto a la Revolución Bolivariana, respeto a la soberanía de Venezuela y a la dignidad de esta tierra de Bolívar", sentenció.

De cualquier manera, los primeros pasos para la mejora en los nexos colombo-venezolanos parecen dados, sólo resta ver hasta dónde está Santos en capacidad de impulsarlos, y hasta dónde Washington está dispuesto a permitirlo. (PL)