Después de siete años el alegato de Fernando se confirma

Después de siete años el alegato de Fernando se confirmaEl 18 de diciembre del 2001, Fernando González Llort, uno de los Cinco cubanos injustamente encarcelados, y virtualmente secuestrados en cárceles norteamericanas por luchar contra el terrorismo, presentó su Alegato de defensa en la vista de sentencia, juicio en el cual fue condenado a 19 años de prisión.
   
Se trata de un profesional brillante, graduado con diploma de oro en 1987 como Licenciado en Relaciones Políticas Internacionales en el Instituto Superior de esa especialidad quien, bajo el seudónimo de Rubén Campa, infiltró a grupos terroristas de extrema derecha que actúan libremente en Miami contra el pueblo cubano.
   
El resultado de esa misión fue altruista y humanitario. Nadie podrá calcular cuántas vidas fueron salvadas entre la población de la Isla y en los propios Estados Unidos, gracias a las informaciones ofrecidas a su gobierno sobre planes de atentados que incluían entre sus objetivos a líneas aéreas latinoamericanas procedentes de aeropuertos estadounidenses.
   
Jamás actuó Fernando, como tampoco Antonio Guerrero, René González, Ramón Labañino y Gerardo Hernández, contra los intereses relacionados con la seguridad nacional de Estados Unidos, cargo imputado al grupo y que no fue probado pese a las manipulaciones de la fiscalía durante el dilatado juicio celebrado en Miami.
   
Todos los expertos no contaminados con el ambiente anticubano de la ciudad floridana ni con la política contra Cuba del gobierno de George W. Bush, que estudiaron el caso pormenorizadamente,  han arribado a conclusiones totalmente favorables para los acusados.
   
Tal es el caso del Grupo de Trabajo de Naciones Unidas sobre Detenciones Arbitrarias, que el 27 de mayo del 2001 emitió una declaración al respecto.
   
También Asociaciones de Juristas norteamericanas e internacionales, presentes en distintos momentos del proceso, se han pronunciado a favor de los Cinco, a lo cual se suma el dictamen de 93 páginas del Tribunal de tres jueces del Onceno Distrito de la Corte de Apelaciones de Atlanta, el cual revisó la causa durante un año y emitió su veredicto el nueve de agosto del 2001, decisión que después fue notificada.
   
Fernando lo adelantó en su Alegato cuando dijo: “Yo pensé que la fiscalía vendría hoy a esta sala a solicitar para mí una sentencia de un año de probatoria. Después de todo, eso fue lo que esta misma fiscalía le ofreció al señor Frómeta cuando este le compró a un agente encubierto del gobierno un misil Stinger, explosivos C-4, granadas y otros armamentos. No importa que el señor Frómeta le hubiera confesado al propio agente encubierto sus intenciones y el uso asesino e inescrupuloso que haría de esos materiales.
   
“Después recapacité y me di cuanta de que esperar ese mismo tratamiento por parte de la fiscalía hacia mí era algo ilusorio, pues yo soy cubano de allá, de la Isla, y eso implica que al acusarme entran a jugar consideraciones como la ignorancia de lo que es Cuba realmente, el odio y la irracionalidad contra mi país, estimulados por un sector extremista que controla lo que se dice aquí sobre Cuba y se encarga de silenciar cualquier otra opinión más racional. “
   
Hasta ahora ha sido un proceso alejado de los principios éticos y los preceptos jurídicos, extremadamente politizado. Lo que puede y debe hacerse hasta que el Tribunal Supremo de Estados Unidos decida acerca de su revisión, es continuar luchando para que la opinión pública del mundo, y en particular la norteamericana, conozca la verdad y presione y exija para hacer justicia.  (Por Ángel Rodríguez Álvarez/AIN)