Cuba gana un juego sensacional a Canadá en el Mundial Juvenil de Beisbol

Cuba gana un juego sensacional a Canadá en el Mundial Juvenil de BeisbolPitcheo completo estupendo de Omar Luis y hit de oro de Andy Ibáñez dieron a Cuba este viernes un muy importante triunfo, 3-0, ante el local Canadá, que virtualmente les garantiza la clasificación a la decisiva ronda de discusión de las medallas del Mundial Juvenil AAA que se celebra en esta ciudad, además de confirmar su favoritismo tras exhibir un impecable juego, sobre todo por su inmaculado pitcheo y casi perfecta defensa.

El partido efectuado en el Port Arthur Stadium (PAS) y situado en el horario estelar de la segunda jornada de este certamen, sobrepasó todas las expectativas imaginables, con un lleno completo y deviniendo en un formidable duelo de pitcheo entre los que son sin dudas las principales figuras en la lomita de ambos conjuntos.

Uno tras otro fueron cayendo los ceros en la pizarra, tras la endemoniada pugna que se estableció entre el zurdo espirituano Luis (1 y 0) y su rival norteño, Tom Robson, un derecho natural de la Columbia Británica.

Nótese que hasta la conclusión del séptimo capitulo los dos elencos mantenían una paridad impresionante, con dos filas paralelas de siete ceros consecutivos y sumados tres hits per cápita.

Cuba había dejado temprano -en el segundo acto- a Jorge Carlos Soler anclado sin outs en segunda, tras un doblete en el que el tardío sol del norte fue un aliado antillano, además de otros dos estériles cañonazos de Dariel Crespo y Yasiel Balaguert en el tercero. También en el quinto desaprovecharon un pelotazo y un error de Robson que pudo cristalizar en ansiada carrera.

Los canadienses por su parte, llenaron las bases en el tercer episodio, tras abrirlo con sencillo el octavo en turno Rowan Wick, uno de los cuatro bateadores zurdos de la tanda rojiblanca, ayudado -tras dos outs- al llenarse el bote por dos boletos de Luis, en el que objetivamente influyó el conteo ambivalente del árbitro actuante en home.

Debe significarse que otra vez, como en su primera salida, y pese un error de Balaguert en el center sin consecuencias en la cuarta entrada, Cuba volvió a brillar defensivamente.

Cualquier batazo al cuadro pareció rutinario cuando caía en los guantes del camarero Yamil Rivalta o el torpedero Ibañez alrededor del segundo saco. Igual maestría mostraron las esquinas, guarnecidas por Lázaro Hernández y Guillermo Avilés.

Sin embargo, el fildeo clave del choque llegó tras un engarce de leyenda de Soler en el right field, quien en el inning seis atrapó una conexión envenenada del cátcher y sexto bate Kellin Degan cuando amenazaban los suyos con dos a bordo. Para colmo, fue convertida en dobleplay por el franco derecho del cuadro cubano.

Pero llegó el octavo y con el se acabó la monotonía de un choque excelente, pero que a esas alturas ya clamaba por definiciones. Para entonces Luis seguía en la lomita sumando una friolera de 10 ponches, pero un inning antes, otro derecho, Ewan Grills (0 y 1) había sustituido al eficaz Robson, tirando el séptimo de uno, dos y tres.

Dariel Crespo, el espigado cátcher pinareño que se ha ganado a pulmón aquí su puesto de regular, conectó su segundo imparable de la tarde-noche boreal, tras una sólida línea al jardín izquierdo.

Después Rivalta, con el “joseo” que ya le identifica, luchó una importantísima base por bolas que puso por tercera vez en la segunda almohada la posibilidad de anotar para los cubanos. Pero el hombre proa Balaguert se ponchó tratando de adelantar con toque a los corredores y en viril reacción apenas pudo contener las lágrimas.

Entonces vino de emergente Gelkis Jiménez por Lázaro Ramírez y tras un wild pitch logró otro crucial boleto que llenó los ángulos.

Fue así que apareció en escena el pinero Andy Ibáñez, uno de los dos discípulos directos del mánager Armando Johnson en este equipo. Así, en cuenta de dos strikes y una bola, demostrando aplomo de grande, disparó un inolvidable cohetazo a su mano opuesta -por el prado derecho- que trajo no una, sino dos que ya pesaron un mundo.

El público vitoreaba aún a los suyos, gallardos pese a la inminente caída, pero ya se venía venir el desenlace. Para colmo de sus males en lo alto del noveno cayó la clásica puntilla cubana, tras un boleto y dos wild pitch, por indiscutible del antesalista pinareño Lázaro Hernández.

Solo faltó ver como Omarito Luis completaba su titánica e inmaculada labor completa ya sobrepasando el redondo lanzamiento 100, pues aunque otorgó su quinta base gratis del choque tras el out 25, se compuso y retiró a los dos rivales finales.

Y cosas bellas del béisbol, el último, enrola al short para forzar sin asistencia al corredor en segunda, precisamente uniendo en el último lance, a Luis e Ibañez, los irrebatibles héroes de este prodigioso juego de pelota.

(Tomado de cubadebate)