Gran señor de las alturas en Camagüey

Gran señor de las alturas en CamagüeyApenas tiene 330 metros sobre el nivel del mar y su magnitud no despierta ningún asombro.  Pero a despecho del reporte de los altímetros es el gran señor de las alturas en Camagüey, la provincia con las más extensas llanuras de Cuba. 
  
El cerro de Tuabaquey constituye una atalaya natural en la norteña Sierra de Cubitas, donde la tierra roja está salpicada por la copiosa presencia del “diente  de perro”, nombre común de puntiagudas rocas calizas de blancura marmórea.
  
La elevación representa también uno de los emblemas del área protegida Limones-Tuabaquey, cuyas notorias riquezas naturales incluyen también, entre otros valores, a dos sitios singulares en la Isla, el desfiladero Los Paredones, así como el Hoyo de Bonet, de extraordinaria variedad botánica.
  
Un sendero conduce a la cima, coronada por un mirador en un paisaje de marcada antítesis, la gran planicie interrumpida por la cadena montañosa, de altitud promedio de 150 a 200 metros.
  
Comunidades aborígenes convirtieron a la loma en uno de sus santuarios, y en la cueva de Pichardo legaron una de las más famosas pictografías indígenas del país, una deidad pintada a varios metros del suelo, en una concavidad iluminada por la luz solar.
  
Un servicio de guías ofrece a visitantes extranjeros y cubanos, atención en el trayecto hacia la cúspide, al igual que en el contacto con los demás sectores del área protegida, incluida en los programas del turismo de naturaleza.
  
No es el cerro de Tuabaquey un desafío para los alpinistas, pero sí una convocatoria para quienes quieran llegar hasta donde Camagüey se empinó en medio de sus vastos llanos. (Por Adolfo Silva Silva/Servicio Especial de la AIN)