Cultura

Si una obra triunfa en Camagüey, lo hace en cualquier lugar

Si una obra triunfa en Camagüey, lo hace en cualquier lugar“La mejor plaza para la mejor obra”, el lema que acompaña al Festival Nacional de Teatro de Camagüey 2010, cobra vida en la cuatricentenaria ciudad, Patrimonio Cultural de la Humanidad y lo demuestra la comunión entre público y actores.
  
Pese a la ausencia de cuatro años de este tipo de certamen, la provincia mantiene la virtud de convertirse –¿o ser?– uno de los mejores escenarios teatrales cubanos.
  
A tan solo horas de concluir el Festival, los grupos dramáticos han encontrado a espectadores ávidos de apreciar lo mejor de las tablas cubanas contemporáneas: desde obras para niños hasta aquellas con alto nivel de interpretación como Medea de barro, a cargo Morón Teatro.
  
La lluvia ha intentado frenar en varias ocasiones la asistencia de personas a las distintas salas y plazas públicas, pero los deseos de tener el encuentro con las artes dramáticas han sido más fuertes que las inclemencias del tiempo.
  
Tampoco han faltado quienes desde diversos lugares de la geografía cubana viajaron por estos días para disfrutar de este espectáculo, en el cual se puede apreciar lo último del género en el país.
  
Para Amado del Pino, crítico de arte y presidente del jurado, esta nueva fiesta de las artes escénicas no se puede comparar a otras por su forma de promoción y, sobre todo, por la sensibilidad del público camagüeyano.
  
El actor Renecito de la Cruz, al conversar con la AIN, dijo que el público local sabe de teatro, de arte y es muy crítico, pues el aplauso de estos espectadores resulta importante, y rememoró lo que su papá decía: “si una obra triunfa en Camagüey, triunfa en cualquier lugar”.
  
En breve los actores y las  puestas en escena se empiezan a despedir hasta dentro de  dos años, pero por largo tiempo quedará el recuerdo de este Festival Nacional de Teatro que, con más de 25 años, se ha consolidado como necesaria tarima para este género, que aún entre los más antiguos de la humanidad, sigue siendo uno de los preferidos. (Por Susana Vázquez Vidal) (AIN)