La SIP, un proyecto mediático de desinformación contra Cuba

La SIP, un proyecto mediático de desinformación contra Cuba La Habana, 6 abr. – El objetivo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), creada en 1943 para defender los intereses mediáticos de Washington en el continente, centra hoy su proyecto mediático de desinformación contra Cuba.

En la actualidad, la SIP es la encargada de engranar la fabricada persecución y el encarcelamiento de presuntos periodistas en la isla, así como el aumento de la represión hacia supuestas manifestaciones independientes en la nación.

La mentira radica, entre otras cosas, en referirse a un grupo de contrarrevolucionarios como pretendidos periodistas independientes, cuando ha quedado demostrado que esas personas tienen como misión exclusiva lanzar ataques a la realidad cubana.

La Agencia Central de Inteligencia, la Agencia Internacional del Desarrollo de Estados Unidos y la National Endowment for Democracy han admitido que destinan fondos económicos para tales fines.

Las acciones de subversión responden a las medidas adoptadas por el estado cubano contra quienes pretenden subvertir el orden institucional, desvirtúan la realidad económico-social del país e inventan actos represivos ordenados por la Sección de Intereses de Estados Unidos en la Habana.

En tanto, la SIP optó por afiliarse a la componenda mediática, cuya detracción ideológica nutre la guerra de desinformación contra Cuba.

Pero, ni la SIP ni los grandes monopolios mediáticos que representa alzaron su voz para denunciar el terrorismo padecido por el pueblo cubano y los actos vandálicos como el atentado de Barbados contra un avión cubano en pleno vuelo.

Tampoco el monopolio de la prensa norteamericana ha dado cobertura al caso de cinco cubanos antiterroristas presos en Estados Unidos por alertar a la isla acerca de los planes de la derecha anticubana radicada en Miami.

Prominentes intelectuales de Latinoamérica han declarado que ese silencio cómplice y parcializado, es parte de la guerra ideológica mantenida durante casi cinco décadas para satanizar a la Revolución cubana.(PL)