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Contraofensiva derechista sobre América Latina, advierte político

Contraofensiva derechista sobre América Latina, advierte políticoMéxico, 22 mar .- Una contraofensiva de la derecha pone en jaque el futuro de América Latina, esa es la tesis del brasileño Valter Pomar, dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), un reconocido estudioso del tema.

"Nadie podría predecir el desenlace de este conflicto, lo que ocurra dependerá de nosotros mismos y el dilema está claro: o vencemos o dejamos de ser", apreció el político suramericano en entrevista con Prensa Latina, durante la realización aquí del XIV Seminario Internacional "Los Partidos y una Nueva Sociedad".

En opinión de Pomar, el principal problema de la región continúa siendo su relación con Estados Unidos, "una potencia dispuesta a recuperar la hegemonía en su histórico traspatio trasero, los países latinoamericanos, para lanzarse sobre el resto del orbe".

Con la disolución de la Unión Soviética a inicios de los años 1990, el conjunto del movimiento socialista entró en una etapa defensiva y se impuso el unilateralismo estadounidense; una realidad que en esencia continúa vigente, opinó el analista.

La situación comenzó a cambiar por el ascenso de gobiernos de izquierda en América Latina y la agudización de la crisis internacional; sin embargo, ninguno de estos acontecimientos logró cambiar la naturaleza del período en favor del imperialismo, precisó el secretario de Relaciones Internacionales del PT.

A pesar de la profundidad de la crisis mundial, en diferentes ámbitos desde el económico y financiero hasta el energético, los grandes Estados capitalistas pudieron evitar los desbordamientos político-sociales en sus territorios; esto, comentó, nos señala el poderío del que hablo.

Otra evidencia radica en la contraofensiva de la derecha latinoamericana, alineada con la Casa Blanca, y "el único freno viable que América Latina puede colocar a esos planes es la integración", estimó el experto.

En los últimos tiempos, consideró, las fuerzas de izquierda tuvieron un rápido crecimiento en el área debido a procesos endógenos asociados a la crisis neoliberal, pero tampoco podemos desconocer que Estados Unidos durante estos años centró su mirada en las guerras de conquista en el Oriente Medio.

"Eso nos facilitó la vida, nos permitió hacer una acumulación rápida de fuerzas contra el proyecto imperialista; pero el escenario ha cambiado, resurgen gobiernos de derecha y la Administración norteamericana busca afanosamente minar la integración con vocación latinoamericanista."

No sólo tiene lugar, agregó, una reestructuración de la derecha en el continente americano; ocurre lo mismo dentro de Europa donde las tendencias de esa naturaleza cobraron auge y también tratan de coartar el rumbo independiente e integracionista de nuestra región.

Con la asunción de Barack Obama, al contrario de lo que muchos pensaron, la Casa Blanca confirmó el propósito de reconquistar su hegemonía mundial, según argumentó entonces el nuevo mandatario, recordó el representante del PT.

"Ese propósito declarado se torna más urgente para Washington ante la gravedad de la crisis económica internacional y en esto no podemos perder de vista que, para recuperar su poderío, la potencia norteña necesita primero restablecer un papel en nuestra región."

El imperio, insistió, no puede lanzarse a solas en su plan de hegemonía unilateral en el orbe, precisa de América Latina y el Caribe subordinados a su política; de ahí la importancia de no ceder ni un ápice en la acumulación de fuerzas revolucionarias en el interior de nuestros países.

"Tampoco podemos retroceder en el proceso de integración que por primera vez se expresa en el surgimiento de una organización auténticamente latinoamericana y caribeña sin Estados Unidos y sin las antiguas metrópolis europeas", evocó.

La cuestión práctica, advirtió, está en cómo logramos acelerar la unidad y persistir en el camino de los cambios estructurales sin ir más allá de nuestra capacidad para sostener políticamente los procesos y acumular fuerzas a escala regional en la dirección del socialismo.

Los peligros son enormes; pero si mantenemos la actual correlación, la injerencia estadounidense será limitada; aunque inevitable dada la naturaleza del imperio y el apoyo de algunos gobiernos, observó Pomar.

"Por eso resulta tan importante avanzar â�öcon rapidez, pero sin cometer erroresâ�ö, en la integración continental y al mismo tiempo consolidar donde sea posible las políticas nacionales que conllevan al desmantelamiento del neoliberalismo y a una mejor vida para la gente."

América Latina, resumió, está en una encrucijada: o se salva con el empeño de sus hijos, o se hunde subordinada al imperio. "Y lo que pase en este continente será decisivo para la emancipación de los demás pueblos en el mundo".(PL)