El reto es cuidar y embellecer el nuevo reparto
Paloma es ya un recuerdo para los santacruceños. La fuerza humana emplazó su furia y devolvió sonrisas, tranquilidad y esperanzas. A solo pocas horas de quedar devastado el litoral de la ciudad, y entre un manojo de escombros; hombres y mujeres de esta y otras tierras del archipiélago cubano, iniciaron una oleada de tesón, voluntad y esfuerzo sin límites.
En cada tarea recuperar lo perdido fue premisa, mientras nuevos proyectos de beneficio social favorecieron a todos en diversos sectores de la economía y los servicios. El resultado se percibe hoy entre confortables y múltiples edificios, que a la vuelta de 15 meses abren sus puertas a las familias damnificadas.
Algunos pensaron que el nuevo reparto “50 aniversario del triunfo de la Revolución” era solo quimera, sin embargo la noble y difícil empresa es ya una realidad incuestionable. El hecho multiplica los deseos de hacer y compromete a este pueblo del sur camagüeyano a continuar a la avanzada en el afán de rescatar lo perdido y perfeccionar el quehacer diario; mas la nueva zona residencial santacruceña también convoca a preservarla.
Cuidar lo que se edificó con amor y ahínco debe convertirse en reto para quienes disfrutan hoy de una residencia sólida, segura y fruto de un sistema único en el mundo; un gobierno que en medio de carencias y bloqueado por más de medio siglo fue capaz de cumplir con la palabra empeñada.
De la misma manera, esta fecha nos exige prepararnos para enfrentar situaciones climatológicas adversas, eficaz vía para evitar pérdidas humanas y materiales, donde los santacruceños, habituados a esos trances, precisan duplicar esfuerzos y aplicar las medidas establecidas al efecto.
Esta jornada de júbilo también nos exhorta a realizar un proceso eleccionario con la democracia a que estamos acostumbrados, porque solo una Revolución como la nuestra es capaz de aunar propósitos en pos de un objetivo justo que beneficie a todos.
La huella de Paloma comienza a borrarse con el concurso de sus mejores hijos, pues la recuperación de esta tierra austral, más que un mero proceso de rehabilitación, se convierte en un derroche de arrojo y voluntad, para que a 51 años del triunfo de Enero del 59, vuelva a retumbar, en esta porción de las llanuras camagüeyanas, el galopar de la caballería agramontina.
Santa Cruz del Sur conservará por siempre la frescura de la brisa del Guacanayabo, el intenso calor caribeño, y sobre todo la fidelidad de su pueblo, fruto de una asonada rebelde que se alza como paradigma ante el mundo.
(Por: Yanayma Rodríguez Molina / Radio Santa Cruz)